Nelson Araya y la situación de los trabajadores de la salud

El flagelo del coronavirus tiene al país en fuerte tensión y se recurre a todos los medios para frenar la epidemia. Los resultados dependerán de lo realizado los últimos años en la preparación del personal sanitario.
Los trabajadores de la salud son hoy parte decisiva en la tarea por controlar la epidemia provocada por el coronavirus, aunque gran parte de la ciudadanía asume la relevancia de quienes laboran en hospitales, clínicas o en la atención primaria, solo cuando se enferma y debe recurrir a un recinto asistencial. Pero es obvio que el mundo de los centros de salud tiene su propia dinámica, con personas expuestas a todos los vaivenes de quienes en Chile viven de un salario. Hoy, la compleja situación sanitaria del país, depende de la forma en que sus trabajadores puedan atender los miles de casos de contagio que se presentan. Cuestión que también está condicionada a los recursos y a políticas públicas acertadas, pero sin duda, quienes implementan y, por lo tanto, determinan el tratamiento y la eventual sanación de los enfermos, son el personal que trabaja en los hospitales. Esta vez, abordamos la perspectiva que tiene un trabajador del Hospital de Iquique, en momentos en que Tarapacá pasó a constituirse en una de las regiones con más contagiados.
Nelson Araya Díaz, nació en Iquique y estudió en el Liceo A-7 Libertador Bernardo O’Higgins. Es un técnico superior del Servicio de Salud de Iquique, desde enero de 1995. Actualmente no pertenece a ninguno de las 9 agrupaciones existentes en el hospital regional, ya que mantiene una postura crítica frente al funcionamiento gremial, por lo que se considera un disidente, cuya postura propugna el fortalecimiento a la unidad. No obstante, se postuló y resultó elegido, como representante de los trabajadores al Consejo Ejecutivo del Hospital de Iquique, instancia en la que participan organizaciones sociales de la región, representantes de la autoridad local y en ocasiones hasta el propio director del establecimiento. En medio de la compleja situación responde a nuestras preguntas.
¿Cuál es la situación de los trabajadores del hospital?
Con relación a los trabajadores y trabajadoras, podemos decir que estamos en una nueva experiencia laboral en cuanto a cómo enfrentar esta pandemia, informándonos constantemente sobre las normas de higienización y prevención, mantener presente el auto cuidado, el manejo y uso de elementos de protección personal, que a todo esto han llegado de manera progresiva, estamos en constante proceso de aprendizaje. Bueno, con relación al personal que se ha enfermado, a la fecha contamos con medio centenar defuncionarios y funcionarias en cuarentena preventiva, por lo que cuentan con licencia médica hasta ahora, dentro de este grupo hay varios y varias con Covid- 19 positivo y en aislamiento, cabe mencionar que dentro de este protocolo también se realiza un seguimiento a los familiares directos de cada funcionaria o funcionario afectado.
La o el trabajador de la salud está estrechamente relacionado al contexto que se vive por la pandemia, mucha ansiedad, se ha detectado de parte del personal de salud, en algunos casos mucha angustia de los usuarios al momento de tomar contacto telefónico con ellos, esperando respuesta de sus resultados del examen sean estos positivos o negativos, esto visualiza que la salud mental de la población se comienza a afectar paulatinamente en la ciudad y región. De igual manera los funcionarios se ven afectados frente a la contingencia sanitaria, pues señalan que uno de los puntos primordiales como es la salud mental, pasa a un segundo plano debido al desarrollo laboral del día a día y la cotidianidad lleva a que la afectaciónemocional del personal de salud no sea considerada dentro de una jornada de auto cuidados.

¿Cuentan con los implementos necesarios y hay personal adecuado para una epidemia como estas?
Como señalaba anteriormente, los elementos de protección personal han llegado paulatinamente, esto debido que a partir del 15 de Marzo en que se detectó el primer caso positivo en la región, despertó la preocupación del personal y el interés de contar con los elementos de protección lo antes posible, lo anterior se tradujo en reuniones de servicio un poco tensas frentealtemaentre jefaturasypersonaldelhospital.Algunos profesionales de la primera línea en salud señalan que el tiempo de demora o retraso de los EPP es aproximadamente de tres semanas en su llegada.Esto da cuanta de las debilidades del sistema de salud a la hora de enfrentar la llegada del virus y una contingencia sanitaria de gran magnitud a la cual el sistema de salud no está preparado, por otro lado el tiempo para preparar anticipadamente la contingencia sanitaria es aproximadamente de tres meses en relación a la experiencias ya vividas de otros países como China, España, Italia, por lo que no deja de llamar la atención, ¿dónde está puesto el ojo de la autoridad?
En cuanto al personal que labora en el centro de salud, se ha visto en la necesidad de contratar personal en la modalidad de honorarios como profesionales, técnicos en enfermería y auxiliares de servicio de forma temporal, es decir hasta que dure la contingencia sanitaria.
Una observación a destacar que nos hizo llegar un profesional con vasta trayectoria clínica, es la poca experiencia laboral del personal recientemente contratado para algunos servicios de atención, por lo que han tenido que pasar por capacitación exprés y de constante aprendizaje y apoyo en cada turno a realizar, de parte del personal de mayor trayectoria y experiencia laboral ante cualquier evento de magnitud.
¿Por qué han aumentado los casos de coronavirus?
Frente al aumento de casos de contagio se puede analizar desde a lo menos en dos puntos centrales. Primeramente aspectos socio culturales de los habitantes para enfrentar la pandemia, bajo este punto de vista creo que nos ha afectado el tipo de sociedad que hemos construido a lo largo de más de treinta años bajo este sistema neoliberal y desde allí nos encontramos con la individualidad de las personas y sus conductas. Es decir «si a mí no me afecta por lo tanto no me preocupo», creo que la sociedad no estaba acostumbrada al insistente llamado al «auto cuidado» factor primordial para mitigar los riesgos de contagio en conjunto con otros elementos. Paralelamente están las condiciones de vida individual y familiar, otros factores como las condiciones de viviendas sociales generalmente de características pequeñas para un grupo familiar medio y que para efectos de cuarentena que sufrieren algunos de sus miembros se verían en serias dificultades de cumplir. También debemos considerar las condiciones laborales de cada jefe o jefa de hogar, tipos de trabajo formales e informales en que ven vulneradas sus fuentes de ingreso del día a día, debido a cierres temporales de ferias populares, esto los obliga a buscar o cambiar de rubros y desplazamientos para subsistir, ocurre también considerar empresas que mayormente se acogen a la ley de protección del empleo, por lo que sus trabajadores son suspendidos temporalmente de sus labores o despedidos de sus trabajos, por ende deben acogerse al seguro de cesantía, esto se traduce en un ingreso económico paupérrimo que disminuye progresivamente en el tiempo para el trabajador o la trabajadora y su grupo familiar. Aquí se produce un fenómeno importante en la clase trabajadora consistente en la debilidad y/o ausencia por un sistema de real seguridad social para las personas. Por otro lado está el discurso diario de la autoridad, al llamado un poco ambiguo, por un lado nos dicen «quédense en casa, no salgan de sus hogares».
Por otro lado nos señalan por distintos medios el retorno a clases, aperturas de mall y comercio, sumado a un paulatino retorno de funcionarios públicos y privados a sus respectivos lugares de trabajo, por lo que todo este discurso masivo e insistente produce claramente confusión en la población, o sea, llegar a una nueva normalidad claramente incierta para la población. Claramente el manejo de la pandemia ha tenido ribetes políticos tanto en su manejo comunicacional como epidemiológico, tensiones entre gobierno, ministro de salud con sectores gremiales, sociedades de investigación de la medicina, organizaciones sociales, entre otros.

¿Qué piensa de los aplausos que les brindó Mañalich?
En relación a los aplausos y sirenas que brindaron ciertos sectores de la sociedad hacia las y los trabajadores de la salud, tiene relación a la conmemoración del día Mundial de la Salud realizada el 14 de abril, fecha relevante para la Organización Mundial de la Salud, frente a este escenario pues el saludo no viene más que en cumplir con aspectos de orden motivacional en los equipos de trabajo, más aún en contextos en que el sistema sanitario cuenta con deficiencias estructurales, de esta manera tal como ocurre en las grandes empresas en donde el factor psicológico es fundamental para la producción, se entiende que la fecha tubo connotación mediática de parte de las autoridades, pero más allá de esto, se requiere fortalecer la red de atención en salud, para otorgar un servicio y cobertura oportuna y de calidad a la población, ahí debe estar puesto el enfoque de parte la comunidad y la autoridad de turno.
¿Hay que reforzar la salud pública?
El sistema de salud en Chile requiere ser reformado desde sus pilares estructurales como el financiamiento y fortalecimiento de la red de atención en salud pública. Una salud con enfoque preventivo por sobre una curativa, que reconsidere los determinantes sociales que van regulando y condicionando la calidad de vida de la población. Hoy los hechos configuran una realidad en que la prioridad esta puesta en reconstruir la economía del país por sobre la salud de la ciudadanía, sin dimensionar las consecuencias y costos que acarrearán las decisiones que determinen las autoridades de turno en el manejo de la crisis sanitaria y los efectos colaterales, como la salud mental, que afectarán a la población.