Corporación 16 de octubre desea convertir en Espacio de Memoria a ex centro de torturas de La Serena
El ex cuartel general de la CNI conocido como la Casa de Piedra, declarada Monumento Nacional será devuelto al Fisco por el Ejército, por lo que organismos de derechos humanos solicitan que se convierta en un lugar de memoria histórica.
El inmueble se encuentra ubicado en la calle Colo Colo 2001, su estructura es semicolonial, de hormigón armado y bloques de cemento, con un muro de contención revestido de piedra que le “confiere el carácter de fortaleza y dominio del entorno”, según el decreto N° 062 de febrero de 2018, emitido por el ministerio de Educación, el que lo declaró Monumento Nacional categoría Monumento Histórico. El nombre oficial del recinto es “Sitio de Memoria Cuartel Casa de Piedra de la Central Nacional de Informaciones”.
El Informe de la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura, señala: «según los testimonios recibidos, en este recinto de la CNI se registraron casos de arresto desde el año 1982. Este centro de detención fue reconocido públicamente en 1984, cuando su dirección se publicó en el Diario Oficial en el Decreto del Ministerio del Interior No 594, de 14 de junio de 1984. Consta, según los testimonios de los declarantes, que desde el instante mismo de la detención los prisioneros fueron violentamente maltratados y golpeados. En el recinto permanecían incomunicados, con la vista vendada, dormían esposados a un camarote eran interrogados intensivamente. Eran torturados en una pieza especial; algunos de los prisioneros permanecían amarrados a un árbol”. El documento fue elaborado el año 2005.
El recinto funcionó como cuartel regional de la CNI en la Región de Coquimbo durante un lapso de tiempo de diez años, aproximadamente desde fines de los años 1970 hasta el término de la dictadura. En 1985 fue reconocido oficialmente por el gobierno como uno de los lugares de detención, aunque fue un centro de operaciones de la inteligencia y la contra inteligencia encargado de la represión de opositores a la dictadura y a los actores sociales que participaban de las jornadas de protestas populares desarrolladas en la región. En el cuartel Casa de Piedra estuvo el comando central que reprimió el ingreso de armas desde Carrizal Bajo, efectuado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez en 1986, pero el suceso de mayor impacto mediático, fue la muerte en sus dependencias, del camionero Mario Fernández López, quien falleció por las torturas después de ser detenido en Ovalle el 18 de octubre de 1984. Tenía militancia democratacristiana. La Corporación La Serena Dieciséis de Octubre, formada por ex presos políticos y familiares de ejecutados durante el régimen militar, recuerda la fecha en que pasó por la región la Caravana de la Muerte comandada por el general Sergio Arellano Stark, la que fusiló a 15 personas y contó con la complicidad del joven teniente Juan Emilio Cheyre, quien posteriormente, en el 2002, fuera comandante en jefe del Ejército designado por el entonces presidente Ricardo Lagos.
Durante el 2017, el Estado recibió la solicitud de Eduardo Martín Faunes Amigo, presidente de la Corporación La Serena Dieciséis de Octubre, para que la Casa de Piedra fuese declarada Monumento Nacional. No era la primera vez que la corporación efectuaba este tipo de trámite, ya lo había hecho con anterioridad en el 2015, pidiendo que fuese declarado Monumento Nacional el recinto carcelario Casa del Buen Pastor, lo que fue concretado en octubre del mismo año. Allí funcionó como cárcel para prisioneras políticas durante el duro periodo 1973 a 1975. Por tal gestión el Museo de la Memoria, de Santiago, le otorgó a la corporación el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015. Hasta hace poco tiempo atrás, la Casa de Piedra era utilizada como lugar de alojamiento de efectivos militares, y tal como se señaló, el Ejército la devolverá al Fisco, por ello, la corporación y el Centro de Estudios en Derechos Humanos de la Universidad de La Serena, solicitan que se les entregue la edificación en comodato, para crear un Espacio de la Memoria, sería “un lugar abierto a la comunidad, considerando de manera especial a las instituciones académicas y a las organizaciones de derechos humanos. La idea sería exaltar ahí el espíritu y la tradición democrática del país, de manera transversal a las distintas corrientes políticas que existen o surjan, a objeto de que la reconozcan como la forma más justa de gobierno, y las nuevas generaciones aspiren a que jamás sea destruida”
