¿Por qué redactar un proyecto de Constitución?
…la impotencia de vivir en una sociedad donde el abuso es naturalizado, y nos emboban con el consumo e individualismo,…

A los pocos días de ocurrido el pronunciamiento ciudadano en todo Chile, contra la prepotencia de quienes tienen capturado al aparato Estatal, utilizándolo de mala fe, con el solo fin de acallar la expresión popular nacida aquel 18 de octubre. Como muchos, nos volcamos a las calles, así como a toda instancia de “participación ciudadana auto convocada” en que se avezara el debate de la contingencia social. Otro frente de lucha libertaria han sido las redes sociales, que ardían en opiniones, comentarios, experiencias contadas desde diversas realidades de nuestra sociedad. Fue en dicho contexto que noté un fervoroso comentario. Un amante de este modelo recalcitrante realizando sus descargos desde una cuenta falsa de cierta red social, diciendo “ni siquiera tienen una propuesta que plantear”. Entonces me di cuenta que aquélla persona tenía razón en algo: A pesar de la enorme mayoría de las y los ciudadanos que luchamos por una Constitución legítima, nuestro punto frágil es no tener una propuesta de Carta Fundamental nacida desde el Pueblo, un documento que nos cobije bajo un mismo paraguas. Un acuerdo plurinacional con cuyos principios la ciudadanía esté de acuerdo y desee adherir. Ese momento marcó un antes y un después en mi forma de ver el nuevo contexto social: Se necesitaba que alguien realizara el trabajo de recepcionar el sentir general y lo plasmara en un proyecto país, un modelo de Estado y de Gobierno, el cual se baste a sí mismo con independencia de las autoridades de turno. Un modelo en que las concentraciones de poder no puedan atrapar nuevamente al Estado y servirse de él. En dicha propuesta la ciudadanía es el principal actor social llamado a tomar las decisiones trascendentales, haciéndose responsables de buena parte de la dirección de nuestro País. No obstante ello, el gran obstáculo que identifiqué, fue la dificultad para aunar criterios y aunque se persiga el mismo objetivo. ¿Cuánto más nos tardaría redactar todo un texto básico normativo que dejara las regla claras en el juego de la política interna de nuestra Patria? Y mientras no logramos los acuerdos básicos, la autoridad deslegitimada nos sigue abusando desde su posición. Las personas deben empeñar su alma a los mercaderes que todo se lo han apropiado, hasta nuestras vidas y las de nuestros hijos; un padre por enviar a sus hijos a estudiar, se endeuda a tal punto, que el banco le termina hipotecando su casa. Nos damos cuenta con amargura que no importa por quienes votemos, a todos los candidatos los financian las cúpulas de poder, cuya Patria es el dinero. Es por ello y más, que ya no debemos dejar a un reducido grupo de personas hacerse con nuestro País, y el modo más fuerte y directo de lograrlo es redactando por y para el Pueblo un proyecto de Nueva Constitución Democrática de la República Plurinacional de Chile.