La elite política de “oposición” intenta adueñarse del proceso constituyente

No cabe duda de que el receso epidémico ha permitido que la elite política se convierta en referente obligado ya que mantiene la movilidad y monopoliza la opinión mediática sin contrapesos. Aunque es incapaz de poder impulsar un cambio de rumbo, ya que la crisis no se diluyó con la Covid-19, sino que se agudizó, de igual manera busca reestablecer el liderazgo, instituyendo comités y acuerdos. Un ejemplo de ello, es el intento de los partidos para adueñarse del plebiscito y repetir el diseño del efectuado en 1988. La “oposición” habría llegado a un acuerdo de unidad dentro de la diversidad, lo que al margen del carácter kafkiano de la resolución, es lamentable que solo piensen aprovecharse para sus intereses. Un compromiso sería la realización de un “puerta a puerta” para convencer a la gente a participar y que vote el apruebo. Vale decir, los partidos políticos de “oposición” bajarán hacia donde se encuentra el pueblo para convencerlo de la buena nueva. Con aire de superioridad esperan abrir los ojos a pobrecitos mortales que no saben lo que se debe hacer el 25 de octubre. No reparan que la gente está más adelantada y que no ha abandonado la idea de una asamblea constituyente y que irá a votar, no porque lo solicite la “oposición”, sino porque considera que es una valla necesaria de salvar, pero pensando en avanzar hacia objetivos mayores. Se debe reactivar la actividad de los actores sociales para reinstalar al pueblo en la coyuntura política. Los partidos persisten con ideas pequeñas y obvias, no asumen la gravedad de la crisis. Se han dedicado al cálculo político sectario, pensando en sacar grandes ventajas porque tienen el monopolio mediático pero eso es solo una ilusión.