¿Quiénes se informan por los medios de comunicación de la Derecha?

El monopolio de los datos y la información es un factor esencial en todo sistema de dominación y generalmente se interconecta con el trabajo de inteligencia de los Estados, aunque con el desarrollo de la telemática pareciera que se concentra en el sector privado. Craso error, ambos canales están íntimamente ligados y las agencias estatales de información son parte de los sistemas de conexión e información comerciales. Así, grandes empresas que mágicamente se expanden, lo hacen gracias a fondos aportados por servicios de inteligencia para acceder a los datos y a su eventual utilización. Si a ello se suma el gigantesco sistema Echelón, perteneciente a una alianza supraestatal compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, se puede concluir en quiénes manejan los datos sobre todo lo que se mueve en el mundo.

En este plano, los medios de comunicación masivos tienen a cargo la manipulación, que se concentra en diarios, radios, la TV o en las agencias noticiosas. En los países desarrollados existe una industria destinada a crear acontecimientos, así, muchas de las escenas de la guerra de Kosovo fueron producidas en estudios hollywoodenses. Para denostar a la esposa de Mandela, hubo un equipo de 100 periodistas, publicistas, gráficos, psicólogos y otros, dedicados solo a inventarle falsedades creídas por muchos de sus seguidores, así Winnie fue proscrita y solo al final de sus días se asumió la mentira. En Chile, quienes lideran la manipulación son las cadenas de El Mercurio y de La Tercera, más la televisión abierta, agencias de publicidad, encuestadoras, centros educativos y creativos. Muchos son casos burdos, pero en general se emplea una especial sutileza que les permite crear opinión pública. Sin embargo, un factor relevante en todo manejo comunicacional, es la situación de los grupos sociales a quienes se dirigen los mensajes, los que aceptan contenidos de acuerdo a sus intereses, pero, están determinados por la situación en que se desenvuelven, lo que algunos llaman el ambiente del receptor. En tal aspecto, en el país, ya nadie le cree a los medios que tiene como función la manipulación informativa. La irrupción de las nuevas tecnologías permite la existencia de la comunicación horizontal en que emisor y receptor se confunden. También, la lucha social se masificó, por lo que las audiencias desean contenidos y formas acordes con el momento que se vive. En tal plano, las falencias de los medios manipuladores son notorias y parece que sus directivos no tienen conciencia de las exigencias surgidas a partir del 18 de octubre y persisten en apegarse a un modelo sobrepasado y que no resulta. La persistencia en resaltar como líderes de opinión a políticos desgastados o sin base ni futuro es realmente decidora, además, la ceguera para no asumir un nuevo país que emerge o los vanos intentos de ubicar el Chile real en el barrio alto, como si Providencia o Las Condes representaran al país. ¿Quién lee El Mercurio en Chile? Solo aquellos que necesitan autoengañarse, sin embargo, cumple una función política hacia las elites. No en vano, varios líderes de la oposición se derriten cuando son entrevistados para sus páginas, pero es solo fantasía, no influencian a nadie, ya que lo leen solo los convencidos, al final el “decano de la prensa” terminó creando imágenes de humo.