Los empresarios retroceden y apuestan a un acuerdo

Al final de la fría y húmeda tarde comenzó a imponerse el pragmatismo. Así, un grupo de influyentes hombres de negocios emitió una declaración en la que adhieren a un “reformismos decidido” alejado de una refundación como de un inmovilismo o defensa del estatus quo.
Evitando referirse a una de las dos posturas que se enfrentarán en el plebiscito del próximo 25 de octubre, vale decir el Apruebo o el Rechazo, un grupo de 19 empresarios emitió una declaración en la que exponen su punto de vista, sobre el nuevo período político abierto por un grupo de adolescentes el pasado 18 de octubre. La publicación tiene varios aspectos destacables, el primero de ellos, es la decisión de entrar a opinar abiertamente sobre lo que ya es el principal suceso político en el país, el proceso constituyente. De esta manera, los empresarios hablan sin ambigüedad ni acuden a lugares comunes que acostumbran, a veces con una fastidiosa autorreferencia. Por el contrario, es una nota que muestra a los patrones yendo firmemente al hueso.
Lo segundo, es la explicitación objetiva de que están dispuestos a negociar, dejando muy en claro que es sobre la base de un reequilibrio que propicie una salida intermedia. Vale decir, están dejando la trinchera ideológica en la que sustentaron su, hasta hace poco, irreductible defensa del modelo, y si bien es cierto le adjudican al estallido social y a la pandemias la existencia de la profunda crisis económica y social, agregan que permitió la “reconstatación de brechas sociales, institucionales y culturales que arrastrábamos y que no hemos sabido resolver”.
Terminan señalando: “Queremos nutrir ese reformismo decidido tanto en el Estado como en la empresa. Nos proponemos superar así a los que consideran todo insuficiente, como también a los que se resisten a cualquier cambio, atrincherados en la defensa del pasado. A diferencia de ellos, que se inmovilizan en un debate polarizado, los firmantes preferimos tomar la decisión de avanzar colaborando para que esa esquiva armonía política, económica y social coexista con una sociedad diversa, incierta y compleja”. Un análisis realista que ratifica que apostarán a dos bandas ya que lo único viable para el empresariado es negociar con quienes estén dispuestos en la oposición. Cómo terminará la operación, se verá con los años y no se definirá en el corto plazo.