¿Por qué nadie quiere plantear el modelo de sociedad que reemplazará al Chile neoliberal?
Es sintomático que con la crisis de gran envergadura que afecta a Chile, hasta el momento ninguna de las grandes alianzas opositoras haya expresado el tipo de país que desea para el futuro inmediato. En cuanto a la Derecha, todavía no puede reaccionar con fluidez frente al proceso comenzado en octubre pasado, el que no se reduce solo al plebiscito y la eventual Convención Constitucional, ya que la crisis es tan profunda que no se agota en tal instancia, quizás solo sea un paso más de una situación altamente conflictiva que durará años. Así, mientras no puedan asumir la necesidad de cambios, la Derecha y los empresarios no lograrán plantear una propuesta más allá del continuismo, lo que les resultará fatal, ya que terminarán divididos y, evidentemente, reducidos como fuerza política.
En el caso de la oposición autodenominada “centroizquierda”, lo único que ha surgido, en términos muy pedestre, es la revitalización de las ideas socialdemócratas, lo que se supone es la elaboración de un proyecto destinado a imponer un Estado de Bienestar, el que además tendría que ser “a la chilena”, aunque algunos desatinados que nunca faltan plantean una copia de las experiencias europeas.
Sin embargo, para evitar pronunciamientos, las dirigencias han señalado que la tarea principal es abocarse a ganar el plebiscito del 25 de octubre y después, comenzar la discusión sobre aspectos más profundos. Algunos plantean, que se debe asociar plebiscito y elección de constituyentes y otros ya señalan como finalidad la preparación de primarias para afrontar las elecciones de abril y, con guiños a la “unidad opositora” para las próximas presidenciales, vale decir, más que diseñar una gradualidad aparece como una finta a las definiciones programáticas. Pero, el problema principal de la “centroizquierda” que ha gobernado el país durante dos décadas, es su incapacidad para dejar de ser los administradores del modelo neoliberal, por lo que solo pueden reducir su acción política a lugares comunes, tal como se manifiesta en la franja televisiva.
Todo partido o bloque antineoliberal tiene que resolver tres nudos para proyectarse o, de lo contrario, caerá en la intranscendencia. Primero, debe elaborar un acertado diagnóstico de la situación internacional, la forma en que esta derivará en el mediano plazo, más allá de la elección estadounidense y cómo influirá en el país. En segundo lugar, se tiene que precisar correctamente los alcances de la crisis que sufre la sociedad chilena, porque pareciera ser que muchos la suponen pasajera, superficial o fácil de resolver, cuestión relevante porque determina el tercer nudo: la solución.
Un correcto análisis de la crisis permitirá no solo establecer con claridad medidas programáticas, sino el carácter de las alianzas y el nivel de la gradualidad, porque de buenas intenciones está plagado el camino al infierno. Pero, conjuntamente, el acertado análisis internacional define la viabilidad de cualquier proyecto, ya que nadie puede ser tan iluso y pensar que las soluciones se determinan al interior del país, no se puede obviar que Chile, en su totalidad, se encuentra acoplado de manera subordinada al entramado mundial capitalista. Finalmente, la propuesta alternativa debe ser elaborada por la gente y la práctica elitista de ciertos partidos no les permite concebir tal posibilidad, por allí se acelerará su indefectible declive.