La corrupción en su grado máximo

La corrupción en su grado máximo

Falta de respeto y atropello a la razón

Como dijo el poeta “estamos tocando el fondo”. No existe una institución de la república que esté libre de esta peste que asola el país. Pero nadie puede engañarse, la corrupción es consecuencia y no origen de una enfermedad social que surge de intereses de grupos que se nutren de la crisis del orden político que dura décadas. Partidos políticos, empresas, congregaciones religiosas, fuerzas armadas, policías, logias masónicas, sociedades deportivas, funcionarios públicos, entidades del arte y jueces, entre otros. Destaca la impunidad y no es problema de buenos o malos, sino del capitalismo neoliberal que funciona con la menor regulación, con la trampa y en el límite de lo ilegal y lo ilegítimo, así, se naturalizan los delitos e incorporan a la cultura y se trastoca valóricamente el bien común y, “el que no afana es un gil”.