El gobierno y la Derecha sin ideas para resolver la crisis

El gobierno y la Derecha sin ideas para resolver la crisis

La administración por el gobierno de un modelo agotado, el que sin razón alguna es defendido casi fanáticamente por parte de la Derecha, demuestra la falta de ideas en las más altas esferas de las elites. Tal situación no es un buen augurio para un país que se ve inmerso en problemas, que se van acumulando y no logran ser despejados, creando gran incertidumbre.
 
Todo el ceremonial que se desplegó en el funeral de Piñera estaba destinado a revivir los acuerdos, pero fue más un deseo que realidad y el gobierno apostó sin sentido, además mostró las diferencias en su interior. Lo central en la situación política es la grave crisis del orden y tanto en la Derecha como en el gobierno no hay ideas claras para resolverlo, por lo que gestos mediáticos y al boleo, solo muestran lo errático de los pasos que emprenden las, hasta hoy, principales fuerzas políticas.Chile Vamos está paralizado y a la expectativa frente a lo que harán los republicanos, mientras estos aún no se reponen de su desatino en el último proceso constituyente y tienen evidentes problemas para generar alguna iniciativa política. En definitiva, en la Derecha pena la súbita pérdida de su más importante liderazgo y su futuro no es halagüeño.

A su vez, en el gobierno pesan las diferencias y el peligro de un empate catastrófico se otea en el horizonte, aunque su fundamental carencia es la falta de iniciativa política. ¿Hacia dónde se dirige en lo estratégico?

Igualmente, ambos sectores tendrán que concentrarse en las elecciones de octubre, en un evento que sería un anticipo de las presidenciales y parlamentarias del 2025, pero cuyo resultado no afectará en gran medida el panorama político, a no ser que una de las coaliciones se imponga de manera abrumadora, pero todo indica que no habrá gran variación.

Un continuismo sin iniciativa política

La previsión que efectúan tanto la Derecha como el gobierno, supone que el país continuará funcionando con alto grado de tranquilidad y es improbable que se efectúen acciones de protesta por parte de los actores sociales y que el “mundo político” se concentrará en las elecciones de gobernadores, alcaldes, gores y concejos municipales. Vale decir, habrá un continuismo y cada fuerza intentará ganar posiciones tras una mayor definición en el 2025, o sea, el control del Congreso y de la Presidencia de la república será el factor que mostraría un cambio en la correlación de fuerzas y, en dicha nueva situación, se podrán implementar medidas de mayor peso programático, mientras tanto, cada cual tratará de potenciarse y debilitar al contrario. Sin embargo, tan lineal previsión, caracterizada por la negativa a generar iniciativa política, solo busca construir un escenario propicio para la negociación, suponiendo que se tendrá más débil al adversario. Por lo visto, se pospone cualquier posibilidad de acuerdo entre Chile Vamos y el gobierno. El primero va a buscar imponerse simultáneamente a Kast y al gobierno y, por su parte, la “centroizquierda” intentará hacerlo con el conjunto de la Derecha.

Así, el periodo entre el 2024 y el 2025, será de desgaste y acumulación, con alto voltaje mediático y operaciones circenses. Fortaleciendo la maltrecha institucionalidad y atrincherándose en posiciones, tratando de ganar algunas, pero pensando en el año 2026. Pero, la crisis política continua y si no se afronta, puede desbaratar cualquier plan y hasta el momento nadie propone una salida viable. El inmovilismo es un fiero enemigo de la política, pero en Chile parece no importar mucho.